¡Feliz Cumpleaños Coquito ! Hace unos días una amiga muy querida me preguntó en son de broma si Santa existía cuando me confesó que usemando mis fotografías de perfil de Facebook se topo con un par de ellas en las que poso con el divertido personaje Navideño.  Le respondí, en mi mundo existe lo que yo permito que exista, es mi mundo. Le encantó mi frase tanto que me pregunto si podía usarla para su msn. Este pequeño preambulo es tan solo para introducirlos a mi mundo. Un mundo al que permito la existencia de fantasías, sueños, historias… para dejar que la creatividad del escritor que vive en mí,  no tenga límites. Obviamente es un mundo que conscientemente se abre en algunos espacios y se cierra en otros. Especialmente cuando la realidad lo exige, y las responsabilidades y obligaciones son las que mandan. Vivo con los pies bien plantados en la tierra y en la realidad.

Pero hoy que es el cumpleaños de Coquito así que dejemos que el mundo de la fantasía reine y recrear algunas etapas de su vida en las que con su ayuda logré crear una cronología de sus gustos en cuanto a películas, acompañadas de historias que quizá mi creativa imaginación le da ese toque  ¿no?.

Un cumpleaños a temprana edad:  El VHS ya no quería funcionar de tantas veces que habíamos puesto la misma película que grabamos de The Movie Channel, pero Coquito lloraba en su cuna por que quería ver una vez más “Give My Regards to Broad Street” película protagonizada por Paul McCarthey. A él no le interesaba mucho la piñata de “Big Bird”, ni el pastel, ni las decoraciones, todas con el mismo motivo. Lo que quería era ver la escena de en la que “Paul McCarthey & The Wings”, todo el grupo luciendo un maquillaje blanco, salían de  unas compuertas colocadas en el suelo del espectacular escenario para interpretar “Silly Love Songs”. Apenas comenzaba el ritmo, y Coquito con sus pijamas de piecitos bailaba y dejaba ver esa bella sonrisa de tres dientitos. Entoncés comenzaba a tararear la canción y acompañaba a los Wings con un “I love Pooh”, en lugar de “I love you” (ahí me di cuenta que la piñata debió haber sido de “Pooh” y no de “Big Bird”).

Otro cumpleaños: Piñata, pastel de quequitos, platitos, servilletas, globos… todo de “The Lion King”. Más que Simba, a Coquito y a su hermanito les gustaba interpretar las canciones de Pumba y Timón. Ya me sabía yo  la letra de toda la banda sonora. Lo más simpático es que sus interpretaciones venían acompañadas con todo y ademanes, asi que ellos eran literalmente el alma de sus propias fiestas. Por supuesto que si le damos vida a mi mundo, podríamos incluir la versión en 3D y el día hubiera terminado con dos pequeños disfrazados de los personajes de la cinta, aunque no fuera Halloween, preguntando si se pueden llevar los lentes en 3D para la casa cantando todo el camino una y otra vez “Hakuna Matata! What a wonderful phrase. Hakuna Matata! Ain’t no passing the craze. It measns no worries for the rest of your days. It’s our problem-free philosophy .. Hakuna Matata!

Un cumpleaños más complejo: Yo no encontraba mi chamarra de imitación cuero que había comprado para la temporada de otoño y le pregunté al festejado que estaba viendo en la televisión “The Matrix”, si sabía donde estaba. Entendí por la cara del jovencito acerca de la importancia de la escena. Neo estaba por decidir cual pastilla debía de tomar y Morpheus le decía: “Estoy tratando de liberar tu mente, Neo. Pero solo puedo mostrarte la puerta. Tú eres quien tiene que atrevesarla”. Para no interrumpir al cumpleañero sumido en un mundo de efectos especiales y metáforas filosóficas y existencialistas que realmente revolucionaron el mundo del el cine y yo también bastante distraida con Keanu Reeves no pregunte más, pero continúe mi búsqueda. El hermanito de Coquito traía puesta mi chamarra tipo gabardina; por supuesto que le quedaba volando, y también traía puestos mis lentes oscuros. Con sus propias palabras ya tenía un nuevo guión para “The Matrix”, por supuesto que él era Neo, y yo.. seguramente o era el oráculo por que me preguntó: ¿En que realidad vitual vivía?. Decidí formar parte de la resistencia y transportarme al año 2199 y pedir una pizza extragrande con pepperoni. En cuanto a mi gabardina se quedo en algún lugar de “The Matrix”o quizás Trinity siguió usándola porque después de que “The Matrix” paso a fomar parte de la colección, la chamarra desapareció.

Uno más: Entoncés paso el tiempo y las películas de culto de los hermanos Coen se conviriteron en el platica de sobremesa favorita de los intelectuales y rebeldes adolescentes. Sus personajes