Finding Dory es la secuela de la película de hace mas de una década, Finding Nemo. Es una película muy tierna y con mucho corazón.

Para mí, Pixar siempre ha sido sinónimo de excelencia en animación y está no es la excepción aunque aclaro que no es mi película favorita. En diez años la tecnología cambia mucho, sin embargo encuentro la esencia original y supongo que tiene mucho que ver que ambas películas estuvieron a cargo del mismo director, Andrew Stanton.

Cuando pienso en Pixar se me viene a la mente el colorido y la definición de imágenes; en esta película mi percepción es que hubo muchas escenas en las que los protagonistas recorren las profundides del océano y me parecieron muy oscuras, o quizás fue el 3D el que no me convenció del todo. Son pequeños detalles que en realidad no opacan el todo; es una excelente película.

En esta ocasión no buscamos a Nemo, sino a Dory, un pececito adulto que sufre de pérdida de memoria a corto plazo.  Es un historia sólida y la trama es fácil de digerir para los adultos, pero me pregunto si los pequeñitos pueden entender que la divertida Dory tiene un serio problema y que eso que nos parece tan gracioso, como olvidar de lo que estamos hablando, es una condición que puede poner en riesgo a una persona.

La película comienza con recuerdos de cuando Dory era pequeña y vivía con sus padres; precisamente a consecuencia de su condición un día se pierde en mar abierto y termina por unirse a Nemo (Hayden Rolence) y a Marlin (Albert Brooks), su papá, que básicamente se hacen cargo de ella, la ayudan a sobrellevar sus episodios de amnesia y eventualmente le ayudan a reencontrarse con su familia.

Lo que sea de cada quien Ellen DeGeneres es muy talentosa y le da vida con su voz al personaje de Dory de una manera extraordinaria y adorable. Hay una balance muy especial en este personaje, porque a pesar de tener un cierto tipo de incapacidad, por otro lado es astuta, tenaz, valiente y me encanta que habla sobre un tema que me parece muy actual, el ser flexible. Es decir, precisamente porque no puede retener información por mucho tiempo tiene que arreglárselas para actuar siguiendo su instinto en momentos de incertidumbre e inseguridad. Siempre dice que las cosas salen mejor cuando se planean y me parece una premisa muy válida.

En términos generales Finding Dory es una historia muy tierna, cautivante, entretenida y divertida. Para quienes recuerdan Finding Nemo les comento que es como un reencuentro con caritas de peces conocidas, y una de las cosas que más me gusto es que maneja mucho el concepto de familia de la manera tradicional, y poco convencional. Es decir a pesar de que poco recuerda la linda Dory siempre siente que algo le hace falta y se trata de sus padre. Por otro lado encuentra en Nemo y Marlin una familia en la que no existen lazos sanguíneos sino amor fraternal.

Le doy cuatro palomitas de cinco y la recomiendo altamente para las tardes de verano en familia.