Ya está en el cine la segunda parte de la trilogía “The Hunger Games”. “Catching Fire” es una película excelente. Cumple con su cometido de entretener y divertir, pero ofrece mucho más. Es un proyecto muy ambicioso, suntuoso y muy bien logrado en todos los sentidos.

Esta segunda parte, ahora dirigida por Francis Lawrence (“I Am Legend”) me gusto más que la primera. Analizando el ¿ Por qué ? La respuesta puede surgir incluso del contenido original del libro (Suzanne Collins) que ofrece material más complejo a medida que se desarrolla la trama.

La película comienza cuando Katniss Everdeen (Jennifer Lawrence) regresa victoriosa de los Juegos de Hambre. Obviamente que después de la traumática experiencia su vida cambia completamente, no solamente acosada por los fantasmas del pasado, sino que tiene que enfrentar las “responsabilidades” que implica el ser una campeona y que ha establecido de alguna manera nuevas reglas en estos juegos sin sentido. Me recuerda un poco la frase de “al pueblo pan y circo”, aunque en realidad ni siquiera los habitantes de los distritos están bien alimentados.

El gobierno, a cargo del  Presidente Snow (el magistral Donald Sutherland), es una oligarquía producto de una sociedad de aristócratas en decadencia que no conoce el significado de la palabra ética. Al Presidente Snow (Sutherland) le molesta el carisma del ídolo que ha creado, pero no le queda otra que apoyarla. Ve en Katniss una amenaza porque de alguna manera simboliza la esperanza que necesita el pueblo. Así que como parte de su estrategia obliga a Katniss (Lawrence) y a su compañero Peeta Mellark (Josh Hutcherson) a realizar un Tour de la Victoria por los distritos de Panem. Se supone que deben mostrar que este triunfo ha sido lo mejor que les ha pasado en su vida y que están enamorados.

Durante su gira los jóvenes perciben el ambiente de tensión que existe y la opresión por parte del gobierno. Una rebelión en cualquier momento no le extrañaría a nadie.

Llega el tiempo en el que vuelven a realizar los juegos y de manera como una un tanto bizarra-democrática Katniss es elegida nuevamente y Petta se ofrece como voluntario para acompañarla en esta nueva aventura. Las estrategias han cambiado y ahora su entrenador Haymitch Abernathy (Woody Harrelson) les sugiere hacer alianza con los competidores.

Aquí se introducen una serie de personajes. El casting me pareció genial. Ya no se trata tan solo de niños y jovencitos; también hay personas maduras y hasta de la tercera edad que tienen sus habilidades y experiencia en estos menesteres. Esa parte me encantó e incluso confieso que me hizo reír un poco. La toleranica, el respeto a la experiencia, y después el sacrificio son algunos de los mensajes positivos. Aunque claro también existe la traición y el engaño. Es lo interesante de la historia.

Si ya vieron la primera cinta o leyeron el libro todo les parecerá completamente familiar y  tendrá sentido. Para quienes no la han visto,  igual les digo que se presentan pistas suficientes como para ubicarlos en un contexto compresible que seguramente sembrará la semilla de la curiosidad y querrán ver la primera, y obviamente también la tercera (cuando salga).

En esta ocasión el diseño de los juego es muy creativo e ingenioso; los retos son mayores y las escenas de escape y defensa son intensas y cargadas de acción. Realmente provocan esa sensación de urgencia y suspenso que crea en el espectador el sentimiento de solidaridad absoluta con los competidores que luchan por sobrevivir, más aun cuando sabes que los miembros del Capitolio los están observando.

Para quienes tienen presente la primera película Katniss recurría a sus instintos de supervivencia que en la mayoría de los casos desatan acciones brutales y violentas; en la secuela nos muestra una heroína más centrada que utiliza su mejor arma, la inteligencia, para salir bien librada y apoyar a sus compañeros. Es como una labor de equipo.

Lo comenté desde que me preguntó el estudio acerca de mi reacción: Creo que mejor Katniss no pudieron encontrar. Jennifer Lawrence es simplemente maravillosa en su papel. Ahora más que nunca el peso de la trama cae sobre su persona y sabe como manejarlo con propiedad, firmeza y clase. Es una heroína con clase.

Su personaje tiene un rango de interpretación muy amplio por su corazón sensible: es una líder, una guerrera, una sobreviviente, pero al mismo tiempo es una buena hija, una hermana, una compañera leal, una mujer que se enamora. Me parece un “role model” o ejemplo muy positivo para la juventud. Por supuesto que para la audiencia más joven hay que orientarlos.

También tengo que reconocer el trabajo excelente de Donald Sutherland. Es imponente e implacable.

De hecho el trabajo de todos en general es sobresaliente: Liam Hemsworth, Jack Quaid, Elizabeth Banks, Lenny Kravitz y Stanley Tucci.

Otro punto a destacar son los efectos especiales que están muy bien logrados. Hay escenas espectaculares y algunas tienen que ver con el vestuario de Katniss.

Hablando del vestuario no podemos dejar de mencionar este departamento y el de maquillaje que realmente crean un look futurista, un tanto bizarro pero encantador. No me puedo imaginar el ejército de maquillistas que tuvieron para maquillar a tanto extra.

La fotografía, la iluminación y el diseño de los escenarios desde los más sencillos hasta los más elaborados son impactantes.

“The Hunger Games: Catching Fire” tiene acción, aventura, romance, fantasía, realidad y sobre todo, calidad.

Le doy cuatro palomitas y media.