Olivia Wilde and Jake Johnson in DRINKING BUDDIES, a Magnolia Pictures release. Photo courtesy of Magnolia Pictures.

Se está exhibiendo en algunos cines de los Estados Unidos la cinta independiente “Drinking Buddies”, muy buena película, que cuenta con un reparto extraordinario: Olivia Wilde, Anna Kendrick, Ron Livingston y Jake Johnson. A Johnson lo había visto en papeles secundario, pero en este protagónico me encantó.

La trama gira alrededor de Kate (Oliva Wilde) y Luke (Jake Johnson) que son compañeros de trabajo en una cervecería, se llevan de maravilla como amigos, y aunque tienen su respectiva pareja, no deja de haber una cierta atracción. Las constantes reuniones para beber cerveza en grupo son el pretexto perfecto que pone en aprietos y propicia una incómoda situación que desestbiliza emocionalmente a los protagonista y sus parejas: Luke (Johnson), su prometida Jill (Anna Kendrick), Kate (Wilde) y su novio Chris ( Ron Livingston).

Durante el día de prensa Wilde explicó que la relación que existe entre los personajes principales es más que todo un apoyo emocional que Kate siente por parte de Luke. “Creo que cuando llegas a cierta edad piensas más las cosas, puede ser que te provoque ansiedad el saber si verdaderamente es la persona correcta…. Me parece que cuando las personas son muy buenos amigos, no pueden ser buenos amantes… Cuando eres más joven las relaciones de bajo mantenimiento funcionan..”/

Hay una química excelente entre los protagonistas y la adjudican no solamente a que se conocieron durante la pre-producción, tenían amigos en común, habían coincidido en eventos… etc. Pero hablan sobre la tranquilidad y confianza que les dio el trabajar bajo la dirección de Joe Swanberg.

Básicamente el proceso fue introducirlos al mundo interior de una cervecería, aprender sobre ella, sobre las distintas clases de cerveza, la personalidad de quienes trabajan en este mundo e incluso hasta descubrir que cerveza es la que más les gusta.

Por una parte la historia esá basada en una verdadera Kate que trabaja en una cervecería en Chicago, que compartió con Wilde sus anécdotas y su experiencia; y por otra parte Swanberg les dio la libertad de improvisar sus diálogos después de empaparlos en este mundo y presentarles cual el objetivo de cada escena.

“Me gusto mucho trabajar con este director”, dijo Johnson, “No es de las personas que se sienten el típico genio, que tratan al talento como si fueran juguetes…. yo no encajo en ese modo de trabajar”.

Por su parte Wilde asegura que su papel, que la ubica como la única mujer que trabaja en esa cervecería, no esta lejos de muchas realidades en las que las áreas están dominadas por hombres. “Como en Hollywood… uno se tiene que volver más fuerte y saberte cuidar”.

La película es realista y emotiva;  es oscura y divertida.. es casi como explorar los distintos tipos de cerveza.

Johnson tiene dos escenas favoritas: “La guerra de la comida entre Kate y Luke… a veces tienes que fingir que te estas riendo, pero en este caso realmente nos divertimos mucho”…. “La otra escena es cuando Kate y Luke tienen una discusión fuerte, quede tan dolido ese día, que cuando regrese a mi cuarto al Hotel le llame a Olivia para ver si estaba bien, a pesar de que sabía que era solo una escena de la película”.

Para Wilde su escena favorita es cuando están tomando cerveza en el departamento de Luke y las personas esperan que se cruce la barrera de la amistad…. y (no les digo el resto porque lo tienen que ver).

A mi me gusto mucho y brindo como los “Drinking Buddies” por la amistad entre hombres y mujeres sin involucrar el romance. ¿Existe?

Le doy cuatro palomitas.