Comienzo por contarles que fui a Monterrey, mi ciudad natal, para que me diera de alta el médico. Excelentes noticias. Puedo regresar a mi vida normal, claro, sin abusar y tomando las cosas con mucha calma.

Después de terminar mis vueltas con los médicos visite uno de los centros comerciales más populares del área de San Pedro, Plaza Fiesta San Agustín, y la verdad estoy feliz porque después de dos meses de no ir al cine, por fin fui y quien me acompañó fue mi mamá.

Había leído un poco sobre una producción mexicana “Nosotros los Nobles” que contó con el apoyo de Warner Bros para su distribución. Me llamó muchísimo la atención el tema: pone al descubierto los efectos de la cultura fresa, sobre todo en las nuevas generaciones, bueno no tan nuevas…. que neta sus consecuencias pueden ser devastadores y destruir vidas.

Mi mayor sorpresa cuando compramos los boletos fue que la chica que los vendió nos dijo que la cinta se había colocado como la segunda más taquillera en la historia del cine mexicano. ¡Wow!

En realidad la cinta aborda un tema universal. Un padre influyente y poderoso empresario, Germán Noble (Gonzalo Vega), se da cuenta que la sobreprotección y complacer a sus hijos en todo no ha sido precisamente el mejor método de educación, y mucho menos de prepararlos para ser personas productivas en la sociedad. Javi (Luis Gerardo Méndez), Barbie (Karla Souza) y Charlie (Juan Pablo Gil) no aprecian en lo más mínimo lo que les da su padre y se dedican a despilfarrar el dinero y a llevar una vida sin oficio ni beneficio. Hasta ahí me parece que la trama puede ubicarse en cualquier lugar del mundo.

La manera en que el padre (Vega) quiere darles una lección a sus hijos, fingiendo que lo ha perdido todo…. pero particularmente la forma en que reaccionan estos chicos fresas ante una situación de emergencia financiera, que para ellos es tipo de vida o muerte, ósea es genial y me parece que es muy particular de la sociedad burguesa mexicana por sus características. Aquí no se trata de ofender a nadie, es una manera muy simpática y caricaturesca de retratar una generación de jóvenes ( y ni tanto) que deciden quedarse a vivir con los padres cuando están en sus 20’s, 30’s, 40’s… etc… y pueden llegar a convertirse en parásitos sociales y lo peor insoportables. Busquen estadísticas cada vez es una tendencia  más popular. A final de cuentas considero que esta situación actual  tanto en nuestro país como en el resto del mundo es consecuencia del neoliberlamismo y globalización económico que ha traido como resultado hacer a los pobres más pobres, y a los ricos más ricos, pero más ignorantes y creyendo que el dinero lo es todo.

Como ya no puede con el tren de vida que llevan sus criaturas…. “No manches”, el papá finge estar en la quiebra, con sus propiedades embargadas y sin chamba. A los niños (ya todos mayores de edad) les entra tipo un “ataque de pánico” cuando se dan cuenta que están en un “hugh problem”. No coche, no Blackberry y no tarjetas de crédito. ¡Que horror es casi como el fin del mundo para los Nobles ! Hasta este momento,en el que se van a vivir a un vecindario pobre, sin un cinco en la bolsa, se dan cuenta que para vivir .. hay que trabajar.

¿Trabajar? ¿Qué es eso? ¿Con qué se come? Es extraordinaria la manera en que se desarrollan una serie de eventos que la verdad provocan risa, pero en realidad no te burlas, te ríes porque lo has visto, has sido testigo y porque es parte de la nueva idiosincracia de la burguesía mexicana. Period.

Vega es un actorazo y lleva con propiedad su papel. Un padre amoroso, pero hasta la madre. Y los chavos Luis Gerardo Méndez, Karla Souza y Juan Pablo Gil, ¡No inventes!, mejor casting no pudieron encontrar. Parece que les brota lo fresa de cuna. Me encantaron los tres.

El director Gary Alazraki supo representar de una manera muy certera, cómica, pero al mismo respetuosa, esta situación que me parece que se ha convertido en una plaga social. La historia es buena, súper sencilla de entender y le tira mucho a la comedia, aunque en realidad no debería reírme porque en las grandes urbes incluyendo mi hometown se ve mucho este tipo de lifestyle. Las personas viven en mundos como el de los Nobles sin darse cuenta que existen otros problemas más “huge” que no tener el Blackberry. De verdad no saben ni quien gobierna, ni que pasa en el mundo, que pena de verdad.

Alazraki, que por cierto es su primer largometraje, cuido mucho los detalles, hasta la ropa de los personajes es igual a la de personas a quienes conozco en circunstancias similares. Y no critico el tener dinero, por el contrario todos trabajamos para poder lograr una solvencia económica, el problema es estar consciente que no cae del cielo.

Aparecen algunos otros personajes también estereotipos pero manejados de una manera brillante como los amigos de parranda que no faltan cuando sobre la lana; la raza sencilla que al inicio de la trama se convierte en una amenaza como una “Nakitis Contagiosa”, pero a final de cuentas demuestra que son las personas más honestas, chambeadoras e incondicionales; y ¡OMG! el galanazo que se siente súper hot y que termina siendo un vividor y bueno para nada.

Me gusto la cinta, además de que me hizo reír mucho, porque los hijos aprendieron que valen por lo que son, no por lo que tienen, ni por su apellido, ni por populares ……tener una posición es algo totalmente efímero. Pero a final de cuentas fue el padre quien recibió la mayor lección. El también necesitaba comprender que el amor de los hijos no se compra, hay que dedicarles tiempo.

Como datos adicionales les comento que inicialmente el audio estaba muy mal en el cine, casi ni se entendía. Se veía una copia de película medio peloteada. Pero a final de cuentas lo importante es el contenido. No es una joya de la cinematografía moderna… pero neta que me late que esta peli está robótica… jejeje.. me quema los circuitos. Hablando en serio sirve para ubicarnos, si todos vivimos en mundo como el de los Nobles, un mundo de pretensiones y competencias, cuando vamos a poder exigir mejores circunstancias de vida.

Si tienen oportunidad de verla no se queden con las ganas… Le damos cuatro palomitas a “Nosotros los Nobles”.