Reseña “Contraband”. Entretenimiento al estilo montaña rusa.
De inicio esta cinta es de esas que son para entretenerse y nada más. Y cumple con su objetivo te mantiene atento todo el tiempo, aunque hay huecos en la historia, escenas predecibles y escapes en los que solo Hollywood permite sobrevivir. “Contraband” está buena “a secas”.
Aunque ya conocemos la faceta de Mark Wahlberg como héroe cotidiano cabe destacar que la parte fuerte de este drama de la vida moderna ubicado en Nuevo Orleans lo lleva él y es bastante convincente con su trabajo. El problema que percibo más bien es en la historia, no en el desempeño de su personaje, ni en la dirección que estuvo a cargo de Baltasar Kormakur.
Chris Farraday (Mark Wahalber) decide dejar atrás una vida turbulenta y alejarse de la delincuencia para proteger a su familia. Tiene una bella esposa, Kate (Kate Beckinsale) y dos hijos pequeños muy lindos. La vida le sonríe en todos los sentidos. Pero aparece el factor sorpresa con un cuñadito (Caleb Landry Jones) que jugando a pasarse de listo se adentra en terrenos peligrosos del oscuro mundo de las drogas. Queda mal en uno de los trabajos que le encarga su “jefe” Tim Briggs (Giovanni Ribisi), un desalmado narcotraficante, y su vida corre peligro. Chris como buen familiar político y conociendo ese tipo de negocios interviene para ayudar al joven, pero en el camino se “ve obligado” a participar en una operación de contrabando (su especialidad) para pagar la deuda de el hermano menor de su esposa. Con la ayuda de su “amigo” Sebastian (Ben Foster), otro hombre que se encuentra en el proceso de regeneración y readaptación incluso luchando contra el alcoholismo, arma un equipo de profesionales para llevar a cabo un último viaje a Panamá para traer millones de dólares en billetes falsos y dar fin al capítulo que tiene a su familia en peligro.
Adentrando demasiado en la psicología del personaje de Chris, (que la verdad no es recomendable en este tipo de películas) me surgió la inquietud de si verdaderamente se involucra en el asunto por salvar a su cuñado o es que existe una agenda personal escondida, tan sencilla y a la vez tan compleja, como lo es volver a vivir esa sensación de adicción al peligro. Es que me parece contradictorio involucrarse en un asunto de estas dimensiones cuando su objetivo principal es mantener a salvo a su familia.
En cada fase de los arreglos de este asunto se presentan nuevos obstáculos lo cual mantiene al espectador con esa sensación de suspenso y solidaridad con el héroe familiar. Por supuesto que las expresiones faciales de Wahalber me recordaron esas miradas que observan y buscan soluciones desde la esquina de un cuadrilátero.
Giovanni Ribisi me pareció sobreactuado pero a final de cuentas encaja en ese mundo surrealista. Ben Foster, por su parte, es persuasivo como el amigo leal; pero les advierto que desde un principio percibí en su personaje un alma en pena que no logra reconciliarse consigo mismo y ese intento de regenerase no lo convence del todo. Esta ambivalencia siempre es un peligro.
¿Y Diego Luna? A Diego Luna lo encontramos como Gonzalo en Panamá. Gonzalo es un capo a quien el poder lo ha llevado a enloquecer. Su intervención en la cinta es corta, pero lo suficientemente fuerte y pesada, como para dejar huella. Me parece que la escena más intensa e impactante de la película es cuando se enfrentan a la policía. He visto todas las películas de Diego Luna, pero este personaje, es otro rollo. Me impresionó.
Prácticamente es un recorrido por una operación de contrabando con lujo de detalle, en el que las autoridades brillan por su ausencia o aparecen cuando se los permite el director, solo para arrestar a los malos / malos, no a los malos / buenos. El ritmo de la película es rápido y con mucho close up (acercamiento); este recurso distrae de cualquier pregunta que pudiera surgir en el trayecto y quisiéramos encontrar una respuesta lógica. Esta película es como subirse a una montaña rusa: acción, velocidad, riesgo, adrenalina, vueltas pronunciadas, zarandeadas, movimientos sorpresivos, pero ah que padre.
Otro de los elementos claves de la cinta son los giros sorpresivos que toma. Mi recomendación es que se sienten a disfrutar sin pensar mucho, ni mucho menos para mis amigos latinos relacionarla con ningún hecho actual (prohibido esto es cine) y gocen el final que hace mucho que no veía un final tan tipo Hollywood. Como me reí. Le doy tres palomitas.
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- Teresa Garza
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