Así que sugiero que tratemos de tomar esta cinta como un ente individual, sin tratar de encontrar diferencias y similitudes con la original para permitirnos ser objetivos. Sin lugar a dudas para que te guste “Arthur” debe gustarte el humor y el tipo de interpretación que da sus personajes Russell Brand. Su actuación es buena. Es tan cómico como en las conferencias de prensa (¡lol! lo digo por experiencia) y en las películas en las que interpreta a Aldous Snow, la estrella de rock de “Fogetting Sarah Marshall” y “Get Him to the Greek”. Pues ahora has de cuenta que vemos a Aldous Snow pero con mucha, mucha, mucha lana, alcohólico, mujeriego,  y súper excéntrico (¿más?) pero en otro estilo. A diferencia de las cintas que mencione anteriormente en “Arhtur”, Russell Brand muestra un lado poco explorado en otros personajes: la ternura. La inmadurez que regala la sobreprotección de millones de dólares y una madre dominante, que deja en manos de la nana la responsabilidad de educar su hijo,  nos presenta un Arthur que tiene una visión del mundo con la perspectiva de un niño grandote . La verdad provoca ternura ver a un niño de 35 años que poco a poco se incorpora a la realidad del mundo adulto, acompañado siempre de una botella de licor, cuando las circunstancias lo obligan a tomar… pero responsabilidad y decisiones, mas allá del fabuloso playground que cuenta con una súper cama magnética.