Reseña “Savages”. Una película salvaje, pero me gusto.
“Savages” es una película cruda, brutal e intensa. Una visión aterradora del mundo del narcotráfico en la frontera a través del lente del afamado director Olive Stone.
Visualmente es muy gráfica, tanto, que pudiera resultar perturbadora para algún tipo de audiencia. Especialmente para quienes no están familiarizados con la ola de terror que se vive en México. Entre paréntesis y como referencia, de acuerdo a un reciente reporte publicado por Amnistía Internacional el año pasado más de 12 mil personas fueron asesinadas como consecuencia de la violencia que genera la lucha entre los carteles de la droga en México. Así que no hay razón para escandalizarse, que suele suceder que la realidad supera la ficción. En la película verán asesinatos a sangre fría, torturas y secuestros.
Ya advertidos del contenido gráfico vamos a la cinta.
Ophelia “O” (Blake Lively) es la encargada de narrar la historia (voz en off) dejandonos de manifiesto que se trata de una chica desorientada, que vive en un mundo de fantasía y que se siente, entre sus galanes Chon (Taylor Kitsch) y Ben (Aaron Johnson), como la heroína de “Butch Cassidy and the Sundance Kid” (una aberrante inocencia). Los jóvenes viven en el Sur de California, disfrutando de la “prosperidad” que les brinda un exitoso negocio de cultivo de marihuana fina. Los tres comparten todo… desde una vida llena de lujos y excentricidades hasta la cama. Todo transcurre sin ningún inconveniente hasta que un cártel mexicano les propone una asociación, sin aceptar un no como respuesta.
Las actuación del trío es convincente en general. Pero en lo particular Kitsch me sorprendió favorablemente. El papel de Chon implica un gran reto, sobre todo que es el pilar de la relación. Con su antecedentes como ex miembro de la marina, es el cerebro y la logística que mantiene el balance, entre la vulnerabilidad de Ben y la ingenuidad de Ophelia. Lively también tiene algunas escenas que le permiten explorar nuevos horizontes como actriz de carácter.
Ahora nos vamos al otro lado de la frontera. Quienes se aproximan a Chon y a Ben para proponerles el asunto son los sicarios de “La Madrina”: Lado (Benicio del Toro) y Alex (Demián Bichir).
Aunque a Benicio Del Toro ya lo hemos visto en su papel del “malo” de la película, tiene la particularidad de ofrecer un nuevo matiz en cada nuevo personaje que interpreta y Lado no es la excepción. Su actitud raya en lo bizarro, pero esto lo considero como un plus en su interpretación. Es despiadado, detestable y bastante traidor. Bueno más bien, es de los que le apuesta al mejor postor, buscando su propio beneficio.
Por su parte Demián Bichir realiza un trabajo también impecable presentado un sicario más civilizado y educado, dentro de lo razonable. Alex se ve envuelto en intrigas que ponen en duda su lealtad. La escena de las consecuencias que sufre Alex por sus indiscreciones es escalofriante.
Pero detrás de dos grandes sicarios existe una pequeña y gran mujer: Elena o “La Madrina” (Salma Hayek). Todo parece indicar que el “jefe” del cártel cuya identidad se mantiene anónima al principio de la película, resulta ser una mujer. Si, una dama muy elegante, que luce impecable en su apariencia personal. Un peinado al estilo Cleopatra que metafóricamente viene a ser parte de la armadura que protege la parte sensible de su humanidad y su instinto maternal, por más despiadado que sea. Quitarse su peluca, es signo de debilidad, por eso lo hace solamente en la intimidad.
La actriz mexicana Sandra Echeverría sale como la hija de Elena (Salma Hayek) a quien odia y desprecia. Su intervención es corta pero lo suficientemente significativa para no olvidarla en el reparto.
Otro actor más que debo mencionar es John Travolta, quien interpreta a un agente de la DEA. Su papel de reparto resulta traer algunas giros inesperados a la historia. Es un padre de familia cuya esposa esta enferma de cáncer y que para mantener su estabilidad Interviene protegiendo los intereses de…. eso lo veremos en la cinta.
Para obligar a los “empresarios” estadounidenses a que acepten la oferta secuestran a “O” y Oh sorpresa que de ahí se desarrollaran una serie de situaciones que implican intrigas, rompecabezas, acertijos, amenazas, sorpresas y demás complicaciones, todas salpicadas de sangre y muerte, que involucran una situación en la que está de por medio la vida de un los seres querido y por la otra, la lucha de poder.
La cinematografía es muy excelente, simplemente al estilo Oliver Stone. Debemos reconocer su talento.
En cuanto al final.. Obviamente que no se los voy a contar, solo les digo que me gusto más el final, que el final final. Ya lo entenderán cuando lo vean. Este recurso desacredita, desde mi perspectiva, la intensidad de la trama que hasta ese momento me tenía al borde de la butaca.
La recomiendo ampliamente, por supuesto a aquellas personas que les gustan las películas intensas y más que de harta bala, de harta tortura. Le doy cuatro palomitas.
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- Teresa Garza
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